domingo, 24 de agosto de 2008

Escuche sus palabras ...

Escuché sus palabras y mi mente flotó en el largo abismo de mis sentimientos. Lo dijo en tono cálido: “Conócete a ti misma”. No dudó en volver su mirada hacia a mí para que tomara esas palabras como mías … Supe en ese momento que necesitaba y debía trabajar en reencontrarme, y buscar dentro de mí , fuerzas , debilidades , emociones , necesidades y deseos . Tome entonces la decisión de no seguir huyéndoles, y los afronte a todos estos con gracia y delicadeza. Renací con mi vida entre los brazos de un nuevo amanecer y todavía lucho conmigo misma a diario…
Difícil es darse cuenta que nos podemos equivocar, que alguna vez tomamos caminos que nos lastimaron, que nos marcaron para toda la vida, pero igual de difícil es dejar de aprender de ellos y de cada una de las decisiones que en algún momento tomamos. Es cierto que aprendemos toda la vida, como dijo uno de mis profesores hace poco: “Comenzamos a aprender desde que nos encontramos en el vientre de nuestra madre y dejamos de aprender hasta un segundo antes de morir”. Me inspira el tener tanta fe en mi propia vida .Me hace falta tanto por aprender que no puedo estancarme viviendo en cosas que no puedo cambiar. Deje de soñar y de darme tiempo para saber admirar las estrellas, o hasta las diminutas telarañas sobre una rosa en mi jardín, sin darme cuenta lo mucho que estaba desperdiciando. Hasta el día de hoy, me siento llena de pasión por lo que soy capaz de hacer en el “ahora”, porque al final es todo lo que hay, el poder vivir este minuto sin golpearnos la cabeza por no saber que habrá mañana.
Por dentro todavía llevo un solo cumulo de emociones y sentimientos, pero poco a poco las ansias se detienen gracias al corazón doliente que busca salir a flote. Me daba miedo pensar en la persona vulnerable y frágil que soy, pero esa emocionalidad me hará jamás perder el lado humano que me permite entregarme a la gente, entregarme a mi familia… que jamás me hará que sienta algo diferente por las personas que amo, porque si lo dejara de hacer, entonces habré vivido en vano sin haber amado, sin haber disfrutado de ese sentimiento mágico que todavía me enchina la piel al mencionarlo.
Comprendí entonces que no tengo paciencia, pero la vida me pide que sea paciente y lo he comenzando a intentar.
Que no soy perfecta, ni tampoco las cosas que hago y que siempre habrá algo que no saldrá como yo quiero.
Comprendí que tengo amigos que me quieren por quién soy y que nunca se irán de mi vida.
Que ame de la forma más inocente, y gracias a eso ahora sé lo que es el amor.
Comprendí que me cuesta olvidar, pero poco a poco el corazón oculta los sentimientos, aunque los recuerdos son de por vida, y propiedad de quien los hace.
Comprendí que aunque ahora una parte de mi siga de luto, ella me enseñó lo que es ser feliz, y al saber eso, el sufrir ahora vale la pena.
Comprendí que no puedo dejar de soñar porque sería dejar a un lado las razones por las cuales luchar y así terminaría muriendo en vida.
Que se puede DECIR una mentira, pero al final el corazón se asegura de tomar el camino correcto para nunca dejar mentir.
Comprendí que amo a mi familia, a mis amigos… y también a ella…
Comprendí que he madurado y que ahora más que nunca deseo luchar para ser mejor, para mí, y para las personas que lleguen a mi vida.
Comprendí que soy una persona humilde que aunque ha sufrido no le volverá a temer al amor, ni a amar ni a ser amado, y que la seguiré amando por siempre, en el silencio, porque tengo la seguridad de que nunca la olvidare.
También comprendí que el tiempo es demasiado largo y la vida demasiado corta.
Comprendí que la vida depende de nuestras conductas, pero antes que nada depende de la actitud que tengamos para vivirla.
No solo eso, sino también comprendí lo que pasa cuando no estudio, cuando me enojo, cuando tengo sueño, cuando escribo, cuando me siento frustrada, cuando lloro, cuando me rio
Comprendí que no tengo que vivir solo por el hecho de vivir, sino que es en este momento que tengo que ser feliz por lo que soy y tengo, aprovechar cada instante para no arrepentirme más adelante.
Soy más fuerte ahora, tengo más ánimos de moldear mi vida a mi gusto.
Me apasiona mi vida, y espero que aun mas en un mañana...

Comprendí que la incertidumbre no es tan mala al final de todo, porque aunque no sepa qué es lo que me espera en un futuro, eso, la ilusión de poder saberlo algún día, es lo que me da realmente las fuerzas y las ganas para seguir viviendo.
Pero lo más importante, es que comprendí que la vida te hace cambiar tanto que nunca en realidad terminamos de conocernos.

1 comentario:

Genius dijo...

aunque digas que no yo sé que si, me encanta considero que nosotros si nos llegamos a conocer bien, lo que sucede es que nunca llegamos a conocer a los demás a la perfección...bendiciones...*"