Interviene mi noche con su ruidoso andar,
Y me empapa sin dudar con sus finas gotas de cristal.
Su frio me llega hasta la punta de los dedos,
Y me congela la cara dejándome indefensa ante ella .
Limpia en mí todos los incoherentes sentimientos,
Mientras termina su vida humedeciendo la tierra.
Se prende de mi ventana hasta que pierde su diminuta existencia,
Y su incesante melodía vuelve a calmar mis lamentos.
Ya extrañaba verla tan serena y confiada,
Pues por ella las rosas resguardan su recuerdo en forma de rocío,
Y crecen para llegar a las manos de otro perdido enamorado.
Lástima que es pasajera, que ahora está aquí, luego estará allá,
Esperando refrescar el “mañana” y rejuvenecer las miradas cansadas.
Esperaré que regrese, pues llevo conmigo el recuerdo de sus huellas en el lodo,
Que no se disipan ni con el pasar de los centenarios.
Inesperadamente ya no la escucho… ya no moja las sombrillas en la calle.
Por eso sé que se ha ido, porque ahora todos duermen en ese silencio mojado.
Se molestan que hayas llegado a visitar sus casas de adobe,
Pero a mi le alegra verte tan viajera e intermitente,
Porque llegas a mi vida a nutrirme con la alegría de siempre.
martes, 26 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Y ahora lluvia dime que no fui tan solo una aventura...que piensa en mi como yo en ella, dime cuando parará la lluvia...??? me encanta la lluvia, que buen post! te quiero!
hOLA ME aLEGRA q E TENGAS aDONDE expRESARtE
Publicar un comentario